El cantante francés Patrick Hernandez, conocido mundialmente por su exitoso tema « BorntoBeAlive », ha encontrado su refugio personal en una encantadora propiedad situada en el corazón del Vaucluse, región que encarna la esencia misma de la Provenza. Lejos del bullicio mediático y de los escenarios internacionales, el artista disfruta de una vida apacible rodeado de paisajes de ensueño, viñedos ondulantes y campos de lavanda que perfuman el aire durante los meses estivales.
El refugio provenzal de Patrick Hernandez: un paraíso en el Vaucluse
La ubicación privilegiada de su residencia en tierras provenzales
La propiedad de Patrick Hernandez se encuentra estratégicamente ubicada en una de las zonas más codiciadas del Vaucluse, departamento que destaca por su riqueza natural y su patrimonio histórico incomparable. Rodeado de pequeños pueblos con encanto medieval y viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista, el cantante ha sabido elegir un entorno que combina privacidad con accesibilidad a los servicios y atractivos turísticos de la región. La casa se alza sobre una pequeña colina que ofrece vistas panorámicas sobre los valles circundantes, permitiendo disfrutar de los atardeceres provenzales que tiñen el cielo de tonos dorados y púrpuras. Esta ubicación no solo garantiza tranquilidad absoluta, sino que también facilita el acceso a ciudades históricas como Aviñón, Orange o los pintorescos pueblos encaramados en las colinas que caracterizan esta zona del sur de Francia.
El encanto arquitectónico de esta típica casa del sur de Francia
La residencia respeta fielmente la arquitectura tradicional provenzal, con sus característicos muros de piedra natural que conservan la frescura durante los calurosos veranos mediterráneos. Las contraventanas de madera pintadas en tonos pastel enmarcan ventanas de generosas dimensiones que permiten la entrada de abundante luz natural en todas las estancias. El tejado de tejas romanas de terracota, con su distintivo color anaranjado envejecido por el tiempo, completa la estampa típica de las construcciones rurales de la región. Los techos interiores exhiben vigas de madera vista que aportan calidez y autenticidad al conjunto, mientras que los suelos de baldosas de terracota artesanales reflejan el saber hacer tradicional de los artesanos locales. Cada detalle arquitectónico ha sido cuidadosamente preservado para mantener la esencia original de estas construcciones centenarias que forman parte del patrimonio cultural provenzal.
Un interior que refleja la personalidad del cantante de 'Born to Be Alive'
La decoración mediterránea que caracteriza cada estancia
El interior de la casa de Patrick Hernandez respira el estilo mediterráneo en cada rincón, combinando elegancia rústica con toques modernos que aportan comodidad sin sacrificar el carácter auténtico del lugar. Los muebles de madera maciza, muchos de ellos antigüedades adquiridas en los mercadillos locales, conviven armoniosamente con piezas contemporáneas que introducen funcionalidad en los espacios. Las telas naturales como el lino y el algodón predominan en cortinas, cojines y tapicerías, siempre en tonos neutros que recuerdan a los colores de la tierra provenzal: beige, crema, terracota y verde oliva. Las paredes encaladas en blanco luminoso sirven de lienzo perfecto para exhibir obras de arte adquiridas durante sus viajes y recuerdos de su dilatada carrera musical. La cocina, corazón del hogar según la tradición francesa, ha sido equipada con electrodomésticos modernos integrados discretamente en muebles de estilo rústico, permitiendo preparar las deliciosas recetas regionales sin renunciar a las comodidades actuales.
Los espacios favoritos de Patrick Hernandez en su hogar
El cantante ha confesado en diversas entrevistas que su rincón preferido de la casa es la amplia terraza cubierta que se extiende a lo largo de la fachada sur de la propiedad. Este espacio, protegido del sol por una pérgola de madera cubierta de glicinas centenarias, se convierte en su refugio personal durante las tardes provenzales, donde disfruta leyendo o simplemente contemplando el paisaje mientras saborea un vaso de vino local. El salón principal, con su imponente chimenea de piedra que cobra vida durante los meses invernales, constituye otro de sus lugares predilectos, especialmente para recibir a amigos y familiares en veladas íntimas donde la música y las conversaciones se prolongan hasta altas horas de la noche. También destaca un pequeño estudio musical acondicionado en una de las dependencias anexas, donde Patrick puede dar rienda suelta a su creatividad sin molestar ni ser molestado, manteniendo así viva su pasión por la composición musical.
Los exteriores de la propiedad: entre viñedos y lavanda

El jardín provenzal diseñado con pasión y autenticidad
Los exteriores de la propiedad constituyen un auténtico homenaje a la flora mediterránea, con un jardín diseñado siguiendo los principios tradicionales de los jardines provenzales que combinan belleza estética con practicidad. Hileras de lavanda delimitan los senderos empedrados que serpentean entre parterres donde crecen romero, tomillo, salvia y otras plantas aromáticas típicas de la región, creando una sinfonía de fragancias que embriaga los sentidos. Los olivos centenarios aportan sombra y carácter al conjunto, mientras que los cipreses verticales, tan característicos del paisaje provenzal, enmarcan las vistas y protegen del mistral, el viento que ocasionalmente sopla con fuerza en esta zona. Un pequeño huerto permite al cantante cultivar sus propias verduras y hortalizas siguiendo métodos ecológicos, redescubriendo el placer de consumir productos de temporada recién cosechados. Las rosas trepadoras adornan los muros de piedra y pérgolas, aportando color y un toque romántico al entorno natural.
La piscina y las zonas de descanso al aire libre
La piscina, elemento casi imprescindible en cualquier propiedad del sur de Francia, ha sido diseñada respetando la estética natural del entorno. De forma rectangular clásica y revestida con gresite en tonos azul claro que recuerda al mar Mediterráneo, se integra perfectamente en el paisaje gracias a su bordura de piedra natural y la vegetación que la rodea. Un solárium pavimentado con losas de piedra ofrece espacio suficiente para tumbonas y zonas de descanso, perfectamente orientadas para disfrutar del sol provenzal durante todo el día. Varios rincones sombreados bajo pérgolas cubiertas de vid o buganvillas invitan al descanso y la lectura durante las horas más calurosas del verano. Una zona de comedor exterior, equipada con una gran mesa de madera maciza y una barbacoa tradicional de obra, permite organizar comidas al aire libre con amigos y familiares, disfrutando de la gastronomía local en un marco incomparable rodeado de cigarras que cantan incansablemente durante los días estivales.
La vida tranquila del artista en el corazón del Vaucluse
El día a día de Patrick Hernandez lejos de los escenarios
La rutina diaria de Patrick Hernandez en su retiro provenzal contrasta radicalmente con el ritmo frenético que caracterizó sus años de mayor actividad artística internacional. Las mañanas comienzan temprano, con el canto de los pájaros y la luz dorada que baña los campos circundantes, momento que aprovecha para pasear por su propiedad inspeccionando el jardín y planificando las tareas del día. El contacto directo con la naturaleza y el trabajo manual en el huerto o el jardín se han convertido en actividades terapéuticas que le permiten mantener los pies en la tierra y disfrutar de los placeres sencillos de la vida. Aunque continúa manteniendo contacto con la industria musical y ocasionalmente acepta actuaciones seleccionadas, su prioridad actual es preservar su calidad de vida y dedicar tiempo a sus aficiones personales, entre las que destacan la lectura, la gastronomía y el descubrimiento de los tesoros culturales que ofrece la región. Las tardes suelen transcurrir en la terraza, donde disfruta de la tranquilidad del entorno o recibe visitas de amigos que comparten su amor por este rincón privilegiado de Francia.
Los pueblos y mercados provenzales que frecuenta regularmente
Patrick Hernandez se ha integrado plenamente en la vida local, convirtiéndose en un vecino más que frecuenta asiduamente los mercados tradicionales que se celebran semanalmente en los pueblos cercanos. Lugares emblemáticos como el mercado de Apt, famoso por sus frutas confitadas y productos locales, o los mercadillos de L'Isle-sur-la-Sorgue, conocida como la Venecia provenzal por sus canales y sus numerosas tiendas de antigüedades, forman parte de su rutina semanal. En estos encuentros aprovecha para abastecerse de productos frescos directamente de los productores locales, estableciendo relaciones cercanas con agricultores, queseros y viticultores que le suministran lo mejor de la gastronomía regional. También disfruta visitando los pueblos encaramados en las colinas como Gordes, Roussillon o Ménerbes, auténticas joyas arquitectónicas que conservan intacto su encanto medieval y ofrecen vistas espectaculares sobre los valles del Luberon. Estos paseos le permiten no solo disfrutar de la belleza del paisaje provenzal, sino también sumergirse en la rica historia y tradiciones de una región que ha sabido preservar su identidad cultural a través de los siglos.
